miércoles, 25 de noviembre de 2015

TENGO QUE ENTRENAR... ¡¡QUE ESTRESS!!


Debo reconocer que durante una etapa de mi andadura en el Choy Lee Fut, y además no demasiado lejana, el entrenamiento supuso un elemento de estrés.

Me explico: el tiempo transcurría y yo iba acumulando formas (Kuen) para trabajar, de manera que llegó a ser complicado para mí planificar mi entrenamiento. A grosso modo creo que llegué a acumular mas de cuarenta formas. Y había que practicarlo todo, y con la mayor asiduidad posible. Mis sesiones de entrenamiento personal se convertían en una carrera contra reloj: ¡Maldita sea, sólo me quedan diez minutos y todavía tengo que  darle al Siu Mui Fa Kuen, Hung Sing Cheong Kuen, Chau-Sot Dahn Tau Gwun y Mui Fa Dahn Do! ¡Y hacer algo de preparación física y estirar!... Y claro, no se trataba de hacer la forma una vez y ya está, sino que había que incidir en aquellos segmentos y movimientos que había que mejorar particularmente, etc., etc.,... Y así todos los días.... Uno tras otro.


A esto había que añadir la sensación de que, realmente, por muchas formas que aprendiera, no avanzaba demasiado. Aunque reconocía, y reconozco, la enorme utilidad de trabajar las formas, mi intuición me decía que eso no era suficiente para aprender realmente Choy Lee Fut.
Por no hablar del hecho de que mi comprensión de muchas de ellas era escasa o inexistente.
De hecho, "aprendí" (fijarse en el entrecomillado) formas realmente avanzadas pero, realmente, sólo poseía coreografías; desconocía muchas de las energías, aplicaciones y tácticas subyacentes en cada una. Hoy en día algunas de esas formas no las practico en absoluto. Para qué. Es cómo leer un libro en un idioma extranjero que no eres capaz de entender. Las tengo "en cartera" para cuando llegue su momento.

Así que me senté a reflexionar sobre cómo estaba haciendo las cosas. E incluso hubo un momento en que estuve tentado de abandonar el Choy Lee Fut y mandar al garete el esfuerzo de los años precedentes, que no era poco según mi escala

Pero por fortuna, Dios aprieta pero no ahoga y aparecieron personalidades en mi vida marcial que cambiaron mi visión del sistema, lo que que me sirvió de punto de partida para transformar el modo en que estaba abordando su estudio y práctica (porque el Kung-fu se trabaja y se estudia; esto hay que tenerlo claro).

Comprendí la importancía de la biomecánica y de aprender a expresar los diferentes tipos de energía del Choy Lee Fut, cuestiones ambas interrelacionadas por otra parte. También cobró mayor importancia para mí la preparación física, para lo que me apoyo en ejercicios calísténicos y de flexibilidad aunque siguiendo una filosofía muy particular; ya hablaré de esto en otra entrada de este blog. Y, desde luego, llegué a la conclusión de que aprender un montón de formas no significa aprender Choy Lee Fut.

Ojo, no estoy diciendo que NO sea necesario trabajar y ESTUDIAR  las formas para aprender Choy Lee Fut , sino que NO es preciso aprender decenas y decenas de formas. Es suficiente, un currículum básico y, después, progresar por los sucesivos niveles especializandose en un sucinto repertorio, más avanzado, determinado con la ayuda de tu Maestro en función de tus características físicas e, incluso, psicológicas.

Y eso fue una liberación. Total.

Por último, y para completar el cuadro, diré que, afortunadamente, tengo una vida profesional y familar. Y eso sólo me permite arrancar alrededor de 8 horas semanales de entrenamiento, repartidas de Lunes a Viernes, mas las idas y venidas que hago durante el año para asistir a seminarios y cursos de formación de distinta índole, con la aquiescencia de mi esposa, claro. Te quiero, cariño. Lo cual, visto bien y comparándolo con el tiempo que pueden disponer otros artistas marciales que conozco, es un privilegio, pero bueno...


Así que hoy en día, mi forma de entrenar se ha tornado casi minimalista y aplico a mi manera aquello que decía Bruce Lee sobre reducir en vez de en acumular.

Para empezar, dedico un 40% aproximadamente de mi entrenamiento a la preparación física, que consiste básicamente en calisténicos, ejercicios de flexibilidad y carrera continua. Lo siento, soy de los que creen que la preparación física para el Kung-fu no se consigue practicando Kung-fu. Una buena condición física hace su práctica más segura, minimizando el riesgo de lesiones; aumenta tu rendimiento en general y te permite afrontar las exigencias de determinados movimientos y técnicas que, de otra manera, no podrías abordar.

Doy mucha importancia al trabajo de las posiciones y técnicas básicas, y me gusta mucho diseñar combinaciones de técnicas para entrenar una y otra vez al espejo y con un sparring; y siempre que cuento con la ayuda de un compañero de entrenamiento aprovecho para utilizar manoplas, paos y escudos. El acondicionamiento lo cubro trabajando con el muñeco de madera,  la forma de saquetas Sah Bau Jong y el saco pesado. Digamos que en todo esto invierto alrededor de un 30% de mi tiempo de entrenamiento.



El otro 30% restante lo empleo en practicar las formas. Eh, pero una o dos por sesión, como mucho. Si me es posible, la noche anterior estudio los videos o el material de que disponga sobre esa forma para recordar la "teoría".

Así que de la hora y media que me dura una sesión de entrenamiento, dedico unos treinta minutos a la preparación física, alrededor de 20 minutos al trabajo de formas y el resto al trabajo de base descrito más arriba. A ver, esto no es una ecuación matemática; los tiempos pueden variar dependiendo de las circunstancias. Por ejemplo, si entreno con un compañero es posible que aproveche para trabajar defensa personal o sparring y dedique más tiempo a ello, a veces incluso eliminando el trabajo de formas de la sesión. Pero la pauta general es esta.

Por último, hago una sesión de 40 minutos de carrera continúa dos noches a la semana, con una intensidad moderada con el objetivo de mejorar mi capacidad aeróbica, que completo luego con diversos ejercicios para entrenar el segmento somático central.

¿Que por qué cuento todo esto? Sencillo. Me ha costado mucho tiempo y estudio encontrar un equilibrio entre las diferentes áreas de entrenamiento descritas. Si hubiera tenido a alguien que me hubiese contado ciertas cosas y me hubiese ayudado a administrar mi energía y mi tiempo, creo que habría avanzado bastante más y más rápido. En vez de eso, como digo, he tenido que emplear mucho tiempo y esfuerzo, mucho Kung-fu, en diseñar un pauta adecuada para mí. Así que mi intención es que estas notas puedan ser de ayuda para alguien que se encuentre tan perdido como lo estuve yo en su día. No obstante, y esto es importante, esta pauta está funcionando para mí, y en este momento de mi vida. Y es posible que no sirva para tí, debido a múltiples circunstancias. Ni tampoco creo que te vaya a librar del necesario trabajo de investigación y del ciclo prueba-error. Pero si al menos he logrado darte algunas pistas que te permitan reorientar tu entrenamiento para que sea más eficiente... creo que habré cumplido mi objetivo.

Jaime Nieto

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